¿Puedes decir tú lo mismo?
¿Puedes decir tú lo mismo?
Es que no soy de los que le temen a la verdad
La misma que de pronto me ha levantado a charchazos
Fueron colmando en mí algo más que una bondad
¿Acaso te apropias de lo que te digo?
De aceptar la derrota y el error
Cara doy cada vez que mis ripios maldigo
La misma con la que llena de risa me entrego al perfeccionamiento y el rigor
¿Puedes tener el honor de escribir en tu escarcha?
Que cuando las tormentas superan lo previsto
Y despavoridos para huir los hipócritas apuran la marcha
En sigilo y alerta a tu lado persisto
¿Te arrogarías el valor?
De mirarme a la cara frente a la hecatombe
Y con decisión, desdeñando el pudor
De la piedra derruida empeñarte en levantar la gloria que se esconde
¿Has hecho tuya la sabrosa amargura?
Aquella cuando el oprobio se vuelve tu compañero con olor a pólvora
Cuando los rostros se tornan sombras oscuras
Cada vez que la hipocresía es aniquilada con tus verdades incómodas
¿Podrías hacer tuyo el título del loco hablador?
De que no existe mordaza que me detenga
Pues no ha ocurrido que me queme el riesgoso calor
Ni que lo pusilánime de un pecho frio mi libertad retenga
¿Podrías hacer que tus acciones con las mías mimetices?
Que no he tenido que jamás esconderme de nadie
Pues no reniego de mis victorias ni mis deslices
Ya que con la humildad de mi lado no hay perdón que calle
Pues soy, quien no sabe callar
El de las verdades incómodas
El locuaz que sale mejor evitar
El que ante la noche no se amilana
El que no necesitará de un antifaz
Es la razón quien me acompaña
El conocimiento mi camino
El amor cataliza mi campaña
Mi nobleza en alto empino
No hay odio que me censure
Ni rencor que mi corazón apague
Será la sabiduría del devenir quien procure
Instalar la culpa a quien corresponda que la cargue
No te sorprendas ya a estas alturas
Mi alma fortalecida proyecta impasible su ardor
¿Puedes siquiera tú vivir esta locura?
Es que la verdad no es algo para lo que todos tengan el valor