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La carretera
¿Te has sentido piloteando todo a tu antojo? Probablemente, y aunque muchos lo nieguen, da placer ese pequeño instante que sientes tener todo bajo control. Sabes que ese momento es tan efímero como la sonrisa sorpesiva. La carretera es tuya, el volante en tus manos allana toda posibilidad de control. No es descontrol, es tu propio control. Puedes irte por donde quieras, donde quieras. A la hora que sea, donde estés. Piloteando el convoy de sueños, el trailer de sensaciones. La dicha de ser dueño de tus pasos. Cuesta tomar el valor de aquello. La libertad sólo se entiende cuando existe algo que la arrebata. Muchas veces somos nosotros mismos. El pecho frío…